Mary king’s close, Annie.

Primero explicaremos que es Mary King’s close, es una barriada subterránea de calles, bóvedas y callejones devastada durante el siglo XVII por la peste, casi un siglo después la ciudad cerró las casas y calles abandonadas, y esto supuso el comienzo de leyendas e historias paranormales.
En 2003 se abrió de nuevo al público, siendo una de las guías mas recomendables si vais a visitar Edimburgo. Esta es sólo la historia de Annie, quizás la mas relevante de Mary King’s close. Se cree que los padres de Annie la dejaron morir, y desde entonces su espíritu vaga por las calles, pero su mayor historia se concentra en una habitación. Cuando entras a la habitación baja la temperatura hasta el hecho de desconcertarte y preguntarte ¿será verdad?. Según los relatos y la historia que a mi me contaron pero que no he encontrado documentada o por lo menos bien documentada, cuando ha hecho acto de presencia se cuenta que busca su muñeca. Pues bien miles de turistas le ofrecen un presente a Annie, llenándole la sala de regalos, y sobre todo de muñecas, así desean complacerla y que al fin descanse en paz. En 1992, una de las mas importantes psíquicas del mundo, de nacionalidad japonesa estuvo haciendo el recorrido por las calles, hasta que llegó a una sala, comentó que de repente una sensación de enfermedad, hambre y frío recorrió su cuerpo, asustada intento salir pero sintió como si una mano fantasmal tirara de su pierna. En 2001 la Dra Caroline Watt relató: "Yo estaba en una parte de la cerca donde se suponía que nadie más que ser", dice ella. "Oí pasos y el sonido de la ropa roce. Desde el punto de vista profesional, me sentí molesta porque pensé que era alguien entrometiéndose en nuestro experimento, pero cuando fui a pedir explicaciones a los guías me enteré de que no había nadie allí." Estos no son los únicos casos de espiritistas que se han acercado con instrumentos para medir las fluctuaciones electromagnéticas de las temperaturas y en busca de actividad paranormal, y narrando situaciones parecidas a las de la psíquica japonesa, pero no tan físicas.